Tengo un rollo raro con los sociópatas y los asesinos en serie. En general, las mentes criminales captan fácilmente mi atención. Cuando hablamos de Charles Manson lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen de un tipo con pelos de loco, una esvástica en el entrecejo y la lengua fuera. Y bueno, sí, lo cierto es que Charles Manson era un psicópata, no podemos negar lo evidente. Pero hoy me apetece hablar de su lado más sentimental, porque, creedme, tenía un lado muy sentimental. Quizás así entendamos un poco por qué tenía tantas fans, por qué le escribían cartas con tanta devoción o por qué incluso una de ellas se casó con él mientras estaba en la cárcel.
Pero antes de entrar en materia, pongamos un poco de contexto. Charles Manson era el líder de lo que conocemos como la Familia Manson, una secta formada en el desierto de California durante los años sesenta. Lo que empezó como una comuna hippie acabó convirtiéndose en el grupo que perpetuó una de las muertes más escabrosas, morbosas e impactantes de la historia de Hollywood: el asesinato de Sharon Tate y de seis personas más que no son tan relevantes. Si habéis visto Once upon a time in Hollywood, sabréis más o menos de qué va la historia. El caso es que se condenó a Manson como el perpetuador de estos crímenes, solo que él nunca mató a nadie. Solo dirigía a su pequeño grupo de fanáticos, los manipulaba y lograba que hicieran lo que él quisiera. ¿Y por qué? ¿Qué tenía para lograr ejercer tanto poder sobre los demás? Aparte del ácido y los alucinógenos que les suministraba en el Rancho Spahn, claro.
El caso es que Charles Manson llevó una vida de mierda prácticamente desde que nació. Su padre era un militar que abandonó a su madre antes de que él naciese. Su madre, alcohólica, intentó venderlo a cambio de unas latas de cerveza y, años más tarde, se quedó sin familia directa cuando madre y hermano ingresaron en prisión durante cinco años. Enviaron a Manson a casa de sus tíos que, a su vez, intentaron meterlo en un orfanato en el que no había plazas, así que acabó en una escuela para niños sin hogar. Años más tarde, intentó volver con su madre pero fue rechazado. Así que bueno, se pasó la vida dando tumbos, delinquiendo, tratando muy mal a la gente, entrando y saliendo de la cárcel de forma intermitente y sin un lugar al que llamar hogar. A mí me da un poco de pena, la verdad.
Manson encontró algo de consuelo en la música. Su relación con ella era muy intensa. Sentía verdadera predilección por los Beatles y se obsesionó cón la canción Helter Skelter que, según él, hablaba del fin del mundo, de una guerra racial entre negros y blancos de la que solo él y su "familia" saldrían vivos. Ese era el nivel. En 1968 conoce a Dennis Wilson, batería de los Beach Boys. En su estudio graba algunas canciones en acústico, de forma poco elaborada. Estas canciones se publican el 6 de marzo de 1970, el mismo día en el que Manson solicitó ser abogado de su propio juicio. El disco se llama LIE: The Love and Terror Cult. Y la verdad es que, por muy loco que estuviese, no se le daba mal componer, con ese aire de cantautor comprometido y afectado. Veamos algunos ejemplos.
En Look at your game, girl, Manson le habla a una chica que lleva una vida superficial y vacía de sentimientos, sin trascendencia, y la invita a experimentar emociones únicas y verdaderas. Think you're loving baby but all you do is crying [...] what a mad delusion living in that confusion, frustration and doubt, can you ever live without the game? ¿Quizás esta era su visión del proxenetismo al que se dedicó durante varios años?
En People say I'm not good, Manson canta a los bichos raros. Lanza una mirada crítica a la uniformidad social por la que todos debemos actuar de la misma manera y anima al diferente a que sea así, diferente. Everybody says you're not good 'cause you don't do like they think you should [...] Those diamond rings they're obscene, you sit there and you wonder and you say who's to blame. Take a look at yourself, take yourself off the shelf, you can't belong to nobody.
Y en Home is here you're happy canta sobre la libertad, sobre la búsqueda de un lugar donde poder ser uno mismo. Probablemente, el hogar que él nunca tuvo. Your home is where you're happy, it's not where you're not free, your home is where you can be what you are 'cause you were just born to be.
En fin, no podemos negar que tenía talento. Según los Beach Boys, estas grabaciones nunca existieron, algo que desmintió Stephen Desper, ingeniero musical de su productora. El grupo quiso desvincularse por completo de Charles Manson cuando salió el tema de los asesinatos, pero lo cierto es que mantuvieron relación e hicieron música juntos. De hecho, en el disco de Manson anteriormente citado aparece una canción llamada Cease to Exist que los Beach Boys regrabaron e inlcuyeron, con una letra diferente, en su disco 20/20. Esta canción se llama Never learn not to love. Un poco sospechoso y también descarado.
No es que quiera ejercer de abogada del diablo de Manson, pero ¿no es bastante escalofriante e interesante que una mente tan perturbada pudiese lanzar mensajes tan llenos de paz, de amor y de libertad? ¿En qué momento una persona te habla de cosas bonitas y, de repente, te dicta cómo debes asesinar a una mujer embarazada rajándole el vientre? Lo cierto es que Charles Manson se veía a sí mismo como una especie de mesías, consiguió que un grupo de pirados y piradas lo aceptase como tal y nunca supo aceptar el rechazo. Seguramente esto fue lo que le llevó a cometer todos esos crímenes, en busca del verdadero caos. En busca de la destrucción de todo lo que tenía alrededor. Quería ser el profeta que cumpliese su propia profecía. Y al final se convirtió en un mito.
En resumen, nunca te fíes de alguien que te escribe canciones bonitas.
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