Love of Lesbian es uno de mis grupos favoritos. Lleva muchos años acompañándome y no puedo despegarme de su música. Es difícil no saber quiénes son pero, por si acaso, os pongo en contexto. Se trata de una banda de indie formada en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) allá por 1997. Sus componentes son Santi Balmes, Jordi Roig, Joan Planell - aunque en 2017 sería sustituido por Ricky Falkner - y Oriol Bonet.
Bueno, si os gusta la música indie estaréis más que familiarizados con la trayectoria de este grupo. Sabréis que empezaron cantando en inglés y que, de hecho, tienen tres discos grabados en ese idioma, entre los años 1999 y 2003: Microscopic Movies, It is Fiction? y Ungravity. Fue en 2007 cuando cambiaron al español y publicaron Cuentos chinos para niños del Japón y toda su trayectoria siguió la misma línea. Pero no he venido a hablar de la trayectoria del grupo, ni de estos discos. Quiero hablar de lo que, para mí, es una de las joyas de la música de España. De un disco que me atrapó, me abrazó, me apretó tanto que hizo que se me saliese el corazón por la boca, me hizo llorar, pensar y tomarlo como si fuese una especie de mantra para los días tristes. Estoy segura de que lo que me pasó con este álbum también le ha pasado a muchas más personas. Seguro que ya sabéis que estoy hablando de 1999 (o cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la Luna). Vamos al lío.
Este el sexto álbum de estudio del grupo. Y no es casualidad que en la portada aparezcan Marina Francisco y Carlos Torres, ya que son los dos actores que, en los videoclips, darían vida a la historia de amor que nos narra este disco, y es que las catorce canciones que lo forman nos cuentan, una a una, las etapas por las que pasa una relación de pareja. Se publicó en 2009 y cuenta la historia de toda una década. Desde que empieza hasta que todo se acaba. Porque en esta vida todo se acaba, tenemos que ir asumiéndolo. Vamos a ver qué nos dice cada canción. Mejor dicho, qué me dice cada canción. Porque lo bonito del arte es que su mensaje depende de los oídos que lo escuchen, los ojos que lo vean y las manos que lo toquen.
1. Allí donde solíamos gritar
¿A qué no sabes dónde he vuelto hoy? Donde solíamos gritar. Esta historia empieza por el final. Con esta canción se lanza un grito de añoranza e incomprensión. Aún hoy se escapa a mi control problema y solución. Es una canción que mira a un pasado mejor y te dice que cuando estabas tú aquí todo era más sencillo y ahora no sé por dónde empezar. Se recuerda la relación de una forma bastante desesperada, y nos viene a contar que a veces el tiempo no lo cura todo.
2. Club de fans de John Boy
Con este tema retrocedemos en el tiempo y vamos a uno de los primeros encuentros de la pareja protagonista. Y todo va bien. Esta canción es todo euforia, se recrea en sí misma e incluso funciona como una especie de burla dirigida al mundo del indie. Y tanto os daba ocho como ochenta a los fanáticos de John Boy. Básicamente, nos está contando la crónica de un concierto, de una de esas primeras citas. El narrador de esta historia empieza de forma muy escéptica y acaba deslumbrado por John Boy, pero también por ella.
3. Las malas lenguas
¿A veces no os da miedo que todo vaya bien? Esta canción parece que habla sobre la gente que habla, que pronostica un final fatídico para una relación porque va demasiado rápido. Pero creo que esas "malas lenguas" están en nuestra cabeza. Nos dan seis noches, siete, vamos, ¿quién da más? ¿Tú? Incluso han puesto fecha de caducidad. A pesar de que parece que es la gente la que habla, siempre he visto esta canción como una lucha contra el autosabotaje. Porque hay personas, algunas más personas que otras, que hemos nacido con ese don de estropear todo lo bueno que nos pase. En esta canción se le planta cara a esos defectos.
4. Algunas plantas
Parece que este tema habla sobre que uno de los dos miembros de la pareja es adicto a la marihuana. Tenemos frases como esta noche se te ha ido de la mano, tu deseo es ser un gran coffee-shop. A mí me gusta universalizarla un poco más y pensar que habla del descubrimiento de esos pequeños defectos en la otra persona que, si bien antes no podíamos percibir, ahora parecen gigantes. Y molestan un poco. Es la pérdida del encanto.
5. Cuestiones de familia
En la canción anterior pasamos la fase de desencanto y con esta entramos directamente a las discusiones en bucle. Ya no pueden callarse, ya no quieren aguantar los defectos del otro. Especialista en aumentar la tensión, tanto si callas como si hablas por dos. ¿No parece que les molesta solo la respiración del otro?
6. El ectoplasta
Esta es una de mis canciones favoritas del disco. Cuenta, desde el punto de vista del chico, como se siente constantemente comparado con el ex novio de su pareja. Sus inseguridades salen a la luz y le pinchan cuando la escucha hablar de todo lo que hacía con él. El tono de la canción es totalmente desenfadado e irónico, pero nos está abriendo la puerta a sentimientos muy amargos. Y me convierto en un gusano miserable cuando me hablas de él, no odio a nadie que conozca pero en cambio quiero ahorcarlo al revés.
7. Segundo asalto
Este tema es simplemente deprimente. La relación parece estar en las últimas y ellos dos se rinden ante las discusiones y los reproches. Parecen estar jugando a ver quién aguanta más. Están en un punto en el que ya solo esperan otro golpe más, resignados. Ya empezó el segundo asalto y esperaré el gran impacto. Se habla muy poco de lo increíble que es Lyona y lo bien que hizo este videoclip, encajando perfectamente lo que dice la letra con lo que estamos viendo.
8. Incendios de nieve
Después de cada discusión viene una reconciliación y que parece ser cada vez más dulce. La pareja entra en ese círculo vicioso del que a veces es difícil salir: castigo y recompensa, discusión y reconciliación, odio y amor. Este toma y daca los mantiene enganchados, alertas. Y al parecer nos sienta bien pelear, justo al contrario, fortalece más. Están en la cresta de la ola de la toxicidad.
9. 1999
Todo tiene sus límites. Parece ser que no les sienta tan bien pelear y esto llega a su fin. La situación ya no se sostiene. Esta es, para mí, la canción que más duele del disco. Tiene un aire decadente y derrotista que te cala en lo más profundo. Te está diciendo que se acabó, que no hay nada más que hacer, que están cansados de intentar arreglar lo que siempre ha estado roto. El verso ¡oh, muérete! no está dedicado a ninguna persona. Se lo están cantando a la relación, necesitan que la relación muera de una vez por todas.
10. Te hiero mucho (historia del amante guisante)
Es difícil abandonar el apego y la dependencia cuando hablamos de una relación así. El narrador de esta historia es el chico, que está dispuesto a recuperar la relación que tenían a toda costa, en un último acto de heroicidad. Sin embargo, justo cuando parece estar a punto de acercarse de nuevo, se da cuenta de que ella ya lo ha superado, de que está conociendo a otra gente. Con el orgullo herido y la dignidad por los suelos, el Amante Guisante se retira. Tan solo en los cuentos puedes idealizar, la musa es el medio y nadie es puro en verdad. Un golpe de realidad.
11. Cuando diga ya
Después de la decepción vienen los rencores acumulados, que se amontonan en este tema. Es algo así como un canto a la planificación de una venganza que nunca llegará. Cuando diga ya tú caerás más bajo que el infierno, y estoy aquí, tú me enviaste y ahora estamos en paz. Qué difícil es gestionar el rechazo, ¿verdad?
12. Miau
Las dos partes de esta pareja retoman sus vidas renunciando a la idea de enamorarse y recordando al otro como un obstáculo, como algo que les impedía ser felices. ¿Cómo es mi vida sin ti? Pues sin ti sí que es vida. La letra es bastante hedonista en fragmentos como vivo el placer si hay placer lentamente y deprisa, lo que me hace pensar que están teniendo relaciones con otras personas de forma esporádica, dejándose llevar por lo que surja. Hay muchas formas de superar las rupturas. Y bueno, esta es una.
13. La mirada de la gente que conspira
No tengo muy claro el sentido de esta canción, no voy a engañaros. Siempre que la escucho me parece que es una queja contra la gente que da consejos vacíos. Para mí, trata el tema de esa desgana por mejorar, la desidia que nos arrastra lejos de querer aceptar ayuda y hacer las cosas bien. De cómo se mueren las ganas de disfrutar de las cosas. En el pop no hay poesía. Creo que contrasta a la perfección con el tema anterior.
14. 2009: voy a romper las ventanas
Este tema me parece el cierre perfecto para la historia que nos han contado. Desde un punto de vista más sosegado, diez años más tarde, las cosas no se ven de la misma forma. El odio da paso a la tranquilidad. Los rencores se curan y son capaces de mirarse de frente. Se reconocen, años más tarden, recuerdan los momentos vividos y se preguntan cuánto habrán cambiado. La letra tiene un toque de amargura, como si lanzase suspiros de conformismo. El fallo más grande pasó por guardar solamente los días más gratos y olvidar los demás.
Ha sido un post largo, ¿verdad? Bueno, es que el tema lo merece. Creo que todo ser capaz de sentir cosas alguna vez en la vida ha pasado por 1999. Por eso es un disco que te cambia cuando te toca y que ya no se separa de ti aunque sigan pasando décadas y décadas. Si estás leyendo esto y no lo has escuchado, ponte a ello. En serio, tú hazme caso.
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